»
Inicio » Comentario Bíblico


Colosenses

3:18-4:1 La Conducta en Cuestiones Domesticas. Este párrafo trata acerca de las relaciones entre los que forman una familia cristiana. Consejos similares a estos los encontramos en Ef. 5:22–6:9; 1 Tim. 2:8–15; Tito 2:1–10; 1 Ped. 2:18–3:7. Esta "guía familiar", como se ha llamado, pudo haber formado parte de una sección mayor de enseñanza doctrinal y ética, un catecismo cristiano primitivo, fácil de aprender de memoria y de comunicar a los nue vos convertidos. Este pasaje regula los modelos de conducta en un hogar cristiano y siguen naturalmente del v. 17. El párrafo tiene muchas referencias al Señor, indicando que la totalidad de la vida, tanto en pensamientos como en conducta, ha de someterse al Señor. Ninguna área debe quedar fuera de su control; así no hay distinción entre lo sagrado y lo secular. Una vida gobernada desde lo alto donde Cristo reina (3:1–4) es una vida en matrimonio, de paternidad y de trabajo diario. Tres pares de instrucciones se dirigen sucesivamente a las esposas y a los esposos (18, 19), a pa dres e hijos, especialmente a padres (20, 21) y finalmente amos y esclavos (3:22–4:1); de la relación más cercana a la relación más lejana. En cada caso la esposa, el hijo o el esclavo se menciona pri mero y se lo concibe como socio responsable de quien se espera que haga lo que conviene en el Señor.

18 Las esposas, como agentes responsables y libres, se les pide que se sujeten voluntariamente a sus maridos ya que esto conviene (el término tiene un eco estoico, pero aquí la motivación es totalmente cristiana). En el Señor significa dentro del nuevo compañerismo de aquellos que reconocen a Cristo como su Señor. La sujeción es un llamado a que las esposas honren y afirmen el liderazgo de sus esposos y les ayuden a ejercer su función en la familia. No se trata de una rendición absoluta de su voluntad, porque Cristo es la autoridad absoluta, no su esposo. Tampoco se indica aquí que la esposa es natural o espiritualmente inferior a su esposo. 19 El paralelo lo hallamos en el deber del esposo de amar a su esposa. Se le manda amarla, y esto no es meramente un asunto de tener para ella sentimientos afectivos o atracción sexual. Implica más bien un cuidado incesante y servicio amoroso a favor de su total bienestar. (Cf. Ef. 5:25–33, don de el amor de Cristo por la iglesia se toma como modelo para el amor del marido para con su esposa.) Un liderazgo del marido, como el de Cristo, dispuesto a sacrificarse, ayudará a mantener en vista siempre el bienestar esencial de su esposa. El, como líderes piadosos en otras esferas, procurará guiar por medio del servicio. En igual manera, los maridos no deben amargarse contra ellas, ni de palabra, pen samiento o hecho.

20 A los niños en la familia cristiana se les considera como miembros responsables dentro de la congregación (lo cual es muy significativo), y son instados a obedecer (palabra más fuerte que la de sujeción del v. 18) a sus padres en todo. Esta será una expresión de su obediencia a Cristo, tal como lo reflejan las siguientes palabras: porque esto es agradable en el Señor. 21 Al mismo tiempo se señala que los padres (en especial el padre) no deben irritar ni provocar a sus hijos para que no se desalienten o lleguen a pensar que es inútil tratar de agradar a sus padres en la vida hogareña. Deberían, pues, ser guiados de una manera firme y amo rosa, pero no tirana (cf. Ef. 6:4).

3:22—4:1 La lista más larga de instrucciones está dedicada a los esclavos (cf. Ef. 6:5–9), quizás reflejando la costumbre social de las iglesias (sobre la esclavitud en el siglo I d. de J.C. ver la carta a Film.). Pablo no hace una reflexión social sobre esta práctica de su época, pero da aliento especial a los esclavos. La enseñanza en esta sección se aplica al mundo del trabajo de hoy en día y muestra que la motivación de un trabajador y sus normas de trabajo han de ser las mejores posibles, ya que debe hacerlo por amor de Cristo. 22 Los esclavos cristianos deben aceptar su situación como esclavos y obedecer en todo (cf. v. 20 en relación con los "hijos") a sus amos humanos. Su servicio no debe ser superficial o como para ganar atención; al contrario, debe ser hecho con sencillez de corazón, es de cir, conscientemente y con motivos puros. 23–25 Todo lo que ellos hagan en trabajo beneficioso para sus amos debe estar motivado en su servicio a Cristo. Deben mantener en mente el ideal final: un esclavo podría esperar normalmente que un amo terrenal lo castigue al final del día. Pero este Amo es diferente, porque da como su generosa recompensa una herencia eterna de vida en el porvenir. Al mismo tiempo deben darse cuenta de que con este juez no hay favoritismos; su juicio es tan seguro como su recompensa por la fidelidad. 4:1 Una breve pero solemne advertencia se da a los amos. No se les manda que den libertad a sus esclavos, sino que los traten en forma justa y bondadosa. La motivación para esto es básicamente la misma que la de los esclavos en obedecer a sus amos: ambos tienen un amo en los cielos. Am bos deben obediencia a ese Amo celestial. Así, las relaciones entre amo y esclavo deben entenderse a la luz de esta realidad.

Si la clara enseñanza de Pablo acerca de los privilegios de, y las demandas sobre, cuestiones domésticas fueran tomadas seriamente por los cristianos de hoy, las relaciones personales dentro de los hogares y familias serían realmente un anticipo del cielo. Mientras tanto otros, observando cómo los cristianos se aman, bien pudieran ser atraídos a aquel a quien ellos confiesan como su Señor.

4:2-6 Palabras Finales de Aliento. Este corto párrafo, con su estímulo para la oración y acción de gracias (2–4) y sus instrucciones acerca de cómo los colosenses deben conducirse en sus relaciones para con los de afuera (5, 6), concluye esta sección de la carta.

2–4 Pablo a menudo insta a sus lectores a orar y a interceder con regularidad (cf. Rom. 12:12, Ef. 6:18; Fil. 4:6), y les pide que oren por él en su es forzada tarea de difundir el evangelio (Rom. 15:30–32; 2 Cor. 1:11; Ef. 6:19; Fil. 1:19; 1 Tes. 5:25). Claramente Pablo asigna gran importancia a la mutua intercesión de él y sus convertidos. El ya les había asegurado a los lectores colosenses que oraba constantemente a favor de ellos (1:9–14), por lo que concluye ahora instándolos a orar regularmente por él. 2 Deben estar vigilando en oración. Par ticularmente es el clamor Maranatha ("ven Señor nuestro"), el que debe estar en sus labios y en sus corazones mientras esperan la aparición gloriosa de Cristo (3:4). La acción de gracias, la expresión externa de gratitud a Dios el Padre por haber obrado tan generosa y decisivamente en su Hijo a favor de ellos (ver 1:12–14), debe acompañar esta petición. 3, 4 Pablo les ruega que lo presenten junto a sus compañeros delante del trono de gracia, orando para que Dios les abra una puerta para la palabra (1 Cor. 16:9; 2 Cor. 2:12) y, por lo tanto, para el mensajero, lo cual bien podría implicar su liberación de prisión. Como apóstol a los gentiles, Pablo tiene el gran privilegio de hacer conocer el propósito divino antes oculto, el "secreto abierto" (1:26, 27; 2:2, 3). Ahora les pide a los colosenses que oren al Dios vivo para que lo capacite para presentar ese misterio divino en manera clara y sencilla.

5, 6 Volviendo a los principios generales de la conducta cristiana, Pablo insta a sus lectores a conducirse sabiamente para con los de afuera. Aquí la sabiduría, que tiene que ver con el conoci miento de la voluntad de Dios (1:9) y el caminar como es digno del Señor (1:10), es esencialmente práctica y realista. Su testimonio del Señor debe manifestarse con tacto y denuedo, redimiendo el tiempo. Redi mir el tiempo (lit. "acaparar") sugiere una intensa actividad, un comprar que agota las posibilidades disponibles ya que reconocen que el tiempo disponible es limitado. 6 Como aquellos que han de vivir sabiamente para con los de afuera, ellos deben permitir que sus palabras sean tanto afables como sabias, tal como Pablo lo desea para su propia conversación. Ellos están re cibiendo la gracia de Dios: que esta gracia sea evidente en las palabras que usen al hablar. Sazonada con sal significa "ingeniosa" en el uso pagano, pero aquí sugiere un lenguaje que no es insípido ni tedioso, sino interesante y bien escogido (los rabinos usaban el término "sal" para decir "sabiduría"). Los cristianos necesitan responder con la palabra justa a aquellos que hacen preguntas, quizá en relación con su fe y conducta. La respuesta debe ser apropiada (cf. 1 Ped. 3:15): "Cada uno debe ser tratado como un fin en sí mismo y no como un objeto de lenguaje despectivo" (G. B. Caird).

4:7-18 Saludos Personales e Instrucciones. Pablo finaliza su carta en la forma usual con saludos personales y algunas instrucciones. El párrafo incluye una referencia a los mensajeros que llevarán la carta a Colosas (7–9), y una serie de saludos de sus asociados que estaban relacionados con la iglesia allí (10–14), junto con su propio saludo, breves instrucciones y un saludo final (15–18).

7 Téquico informará a la congregación de la situación personal del Apóstol (nótese el vocabulario similar en Ef. 6:21, 22). El es un hermano amado y colega valioso para Pablo que había brindado un servicio "fiel" a él, a los colosenses o a Cristo mismo (cf. 1:7 de Epafras). En el Señor podría significar "en la obra del Señor", o también ser una refe rencia al hecho de que desarrolla su tarea como uno "en el Señor", es decir, como un verdadero cristiano. 8 Pablo está enviando a Tíquico con este fin: dar a los colosenses todas las noticias tocantes al Apóstol, y reafirmar su enseñanza a la congregación con el fin de fortalecerlos (ver sobre 2:2).

9 Onesimo, un nativo de Colosas, es el mismo mencionado en la carta a Film. Sobre él, Pablo da también una calurosa recomendación: el fiel y amado hermano. Junto a Tíquico, informará a los colosenses acerca de todo lo que pasa a Pablo.

10, 11 Tres judíos cristianos envían sus saludos. Aristarco, un nativo de Tesalónica y compañero de viaje de Pablo (Hech. 19:29), prisionero conmigo, lo cual probablemente significa que lit. estaba prisionero con Pablo y no un "prisionero de Cristo" en un sentido figurado. Marcos, el primo de Bernabé, a quien Pablo se había negado a llevar en el segundo viaje misionero (Hech. 15:36–41) después que los había abandonado en el primer viaje (13:13), se encuentra en términos amigables con Pablo otra vez (cf. 2 Tim. 4:11). La mención a Bernabé sugiere que él era bien conocido allí en Colosas. No tene mos conocimiento de si las instrucciones acerca de Marcos provienen de Pablo o de algún otro (tal como Pedro o Bernabé) ni tampoco si Pablo las está confirmando. Jesús, llamado Justo, es otro descono cido para nosotros. Estos tres son los únicos cristianos judíos que permanecieron fieles como colaboradores de Pablo en el reino de Dios. A menudo en las cartas de Pablo la frase reino de Dios tiene una referencia futura (por ejemplo 1 Cor. 6:9, 10; 15:50), pero Rom. 14:17 muestra el lado presente del tema (Col. 1:13) y este es su significado aquí.

12–14 Otros tres, que son gentiles (ver v. 11) envían sus saludos. Epafras se menciona especialmente: Pablo subraya la cercana relación entre su propio ministerio y el de Epafras. Como un nativo de Colosas, él había sido evangelista en su propio pueblo natal (como también en Laodicea y Hierápolis) y había estado ocupado en la misma lucha por el evangelio, como Pablo (2:1; cf. Fil. 1:30). Esto encuentra particular expresión en sus urgentes oraciones por los colosenses para que ellos lit. "se afirmen como maduros (toca muy de cerca un tema clave en Colosas), y sean llenos de toda la voluntad de Dios. Esta madurez se define más por ser llenos de toda la voluntad de Dios. Sólo aquí aprendemos que Lucas era un médico. Es principalmente sobre la base de este versículo, que lo separa de los judíos cristianos mencionados en el v. 11, que Lucas es considerado como un cristiano gentil. En 2 Tim. 4:10 se dice que Demas ha dejado a Pablo por "este mundo".

15–18 En esta última sección se envían saludos a varias personas. Se les pide a los colosenses que lleven los saludos de Pablo a los hermanos que están en Laodicea, es decir, la iglesia que estaba allí (cf. v. 16). Quizás Pablo quiso cimentar las relaciones entre las dos congregaciones. Ninfa es probablemente una mujer y así la referencia a la iglesia que está en su casa podría ser correcta. 16 Este versículo provee importante evidencia para señalar la práctica de leer públicamente las cartas de Pablo y el intercambio de ellas entre las iglesias. Si la llamada "herejía" colosense estaba amenazando toda el área hubiera sido particularmente útil para la iglesia de Laodicea el saber la respuesta que Pablo envió a Colosas. La carta de Laodicea se encuentra perdida, pero fue presumiblemente escrita por Pablo a esa iglesia. 17 Arquipo era un miembro de la casa de Filemón, quizás el hijo de Filemón y Apia que se dedicó a sí mismo al servicio del evangelio (ver sobre Film. 2). En cuanto al ministerio que debía cuidar no está claro cuál sería éste, pero algunos han señalado que se trata del ministerio de la predicación.

18 Habiendo terminado de dictar, Pablo toma su pluma y agrega un saludo personal de su propia mano. Acordaos de mis prisiones es una apelación a continuar orando, la cual impacta por su bre vedad y sencillez. Luego concluye con su saludo acostumbrado: La gracia sea con vosotros.